lunes, 5 de noviembre de 2007

El Gobierno invertirá S/.200 millones en el VRAE

La Asociación de Productores de Palmito (Apropal) ha reactivado su planta de producción en Pichari, Cusco. Los tallos del palmito que cosechan 750 agricultores llegan todas las mañanas hasta allí para su posterior procesamiento y envasado, lo que los convertirá en un producto de exportación a España, Alemania y Canadá. Con el apoyo económico y técnico de la Dirección Regional de Agricultura de Cusco, esos agricultores están apostando a recuperar 60 hectáreas de tierras que abandonaron durante años para sembrar la hoja de coca. Parece una utopía en medio del valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), donde los sembríos de la hoja de coca se extienden en casi 16 mil hectáreas.

Sin embargo, Santos Robles, el presidente de Apropal, está convencido de que esta iniciativa podría replicarse en cientos de agricultores si el Gobierno los apoyara con capacitación técnica y acceso a créditos. Lo mismo anhelan 60 asociaciones que agrupan a unos 15.000 productores, cuyos representantes ya se han reunido con el ministro de Agricultura, Ismael Benavides, a quien han hecho llegar los perfiles de sus proyectos para mejorar sus cultivos.

Para el 2008, el sector Agricultura alista una serie de proyectos que se dirigen en ese sentido, refiere Jorge Durand, jefe político del VRAE. Entre ellos se incluyen mayor presencia del sector en el mismo valle, a través de la instalación de una agencia agraria, mediante la cual se coordinen e integren todas las entidades pertenecientes al sector agrario: Pronamachcs, Senasa, Inrena, INIA, entre otras. Ello dará facilidades a los productores para que realicen sus proyectos. Asimismo se iniciaría un plan que persigue el mejoramiento inicial de 3.000 hectáreas de cacao y 1.500 hectáreas de café.

El resto de ministerios también tiene en cartera acciones de intervención en el VRAE a partir del 2008, pues este año ha servido para que en sus presupuestos anuales consideren obras que beneficien directamente al valle. Según Durand, el Ministerio de Transportes y Comunicación (MTC) iniciará el próximo año el proyecto de banda ancha para el VRAE, lo que permitirá que, por ejemplo, el sector Educación entregue laptops a los niños y profesores de la zona. Para ello, obviamente, es necesario que culminen los trabajos de interconexión eléctrica del tramo Quinua-San Francisco, que no significa otra cosa que luz para las localidades asentadas a lo largo de la carretera de ingreso al corazón del valle; así como las etapas II y III de los proyectos eléctricos en San Francisco, que mejorarán el suministro de energía eléctrica, que suele interrumpirse en cualquier momento.


Ello es vital para desarrollar las industrias en el VRAE, pues sin energía eléctrica de calidad no se puede hacer nada, refiere Guillermo Parodi, hijo de uno de los primeros colonizadores del valle y propietario de la hacienda Luisiana, que en la década de los 80 se convirtió en un centro de recreación turístico. El recrudecimiento de la violencia terrorista hizo que se abandonara el lugar. Hace un año, Parodi volvió a Luisiana y la está reconstruyendo, aunque esta vez quiere impulsarla como un centro de promoción agroturístico, donde ya ha iniciado la reforestación del lugar con cedro rosado de la India y la recuperación de antiguos cultivos de café. También sueña con producir licor con el café y el cacao de la zona, entre otros proyectos, que --como dice él-- podrían ponerse en marcha si contara con energía eléctrica trifásica. Ello podría hacerse realidad a fines de noviembre, según un funcionario de Electrocentro, la empresa encargada de proveer de energía eléctrica al VRAE a través de su interconexión con la Central Hidroeléctrica del Mantaro.

Publication: El Comercio Online
Provider: El Comercio
Date: November 5, 2007

No hay comentarios:

Novedades