sábado, 21 de febrero de 2009

Ben Schneider: "Necesitamos más Gastones"

Está emocionado. No puede ocultar su orgullo por haber sido entrevistado por uno de los principales diarios de España, “Vanguardia”, que le dio espacio en su contratapa, justo el día en que Barack Obama asumía la presidencia de EE.UU. Su libro “Resiliencia. Cómo construir empresas en contextos de inestabilidad” (Lima, 2006) ha sido descubierto por el exigente mercado español, luego de haber llegado a las librerías de países de América Latina y EE.UU. Es que en un mercado que ha estado acostumbrado a crecer por más de 20 años, la recesión ha acrecentado el interés por los libros de gestión en la incertidumbre. Y en América Latina eso es cosa de todos los días.

En España la economía pegó un frenazo. ¿Nos pasará lo mismo?
Tengo un temor. Que en los últimos seis a siete años, no sé si la palabra es aburguesado, pero nos hemos acostumbrado, convertido en un poco complacientes. Siempre en la opulencia, en el “boom”, hasta el ineficiente la hace bien. Pero el Perú tiene que entender que no está en crisis.

Hay despidos en el sector minero y la agroindustria
Te hablo de empresas en otros países que despiden al 15% o 20% de su fuerza laboral. Esos son golpes terribles.

En la entrevista que le dio a “Vanguardia” habla de no creer en las estadísticas oficiales, pero en el Perú nos estábamos acostumbrando a creer…
También dije que los empresarios hacemos más política que los políticos, porque nosotros fijamos nuestras políticas y nuestra posición. Y no es que salgamos al Congreso, sino que conocemos mejor que nadie nuestro sector. Hay cosas que podemos controlar y otras que no. Me pregunto por qué estamos tan enfocados en el tema macroeconómico, sobre el cual no podemos influir, y no nos concentramos en temas que están bajo nuestro control.

¿Es el momento de estar en el campo de batalla?
Hay cuatro retos que identifico que son típicos de las empresas de Latinoamérica. El primero es el del conocimiento, que no es cuánto sabes, sino que sepas qué diablos está pasando. En Latinoamérica te conviertes en una especie de central meteorológica para saber si llueve o no.

¿Cuáles son los otros retos?
El segundo es el estratégico, determinar si lo que teníamos como plan estratégico todavía es válido. Y para eso hay que tener planes alternativos, y el coraje de decir que algo no funciona más y reemplazarlo. El tercer reto es político; hay que asignar recursos para hacer pruebas en contextos controlados. Y por último, hay un reto ideológico, que es el de dejar de obsesionarse por hacer todo perfecto y hacerlo todo solo.

¿En Europa y EE.UU. creen que en América Latina se trabajaba menos?
En entornos inestables, trabajas muchas más horas porque no puedes estandarizar muchas cosas. EE.UU. y Europa siempre trabajaron de 9 a.m. a 5 p.m. ¿Aquí quién sale antes de que oscurezca? Tienes que estar más alerta, comprometido porque si no, te barren, te quiebran, desapareces. Insisto en que el peligro es que nos hayamos vuelto más complacientes en años en los que el Perú ha crecido mucho.

El Perú sigue destacando por sus emprendedores…
Nunca se rinden, siempre están vivos. Pero eso sería mejor si estuvieran más unidos, con cadenas productivas con empresas que lleguen afuera y jalen al resto en su crecimiento. Es cierto que existe un alma luchadora, pero seguimos navegando en un océano tormentoso.

¿Cree que en algún momento del año va a llegar la crisis? ¿Estamos preparados?
Esta crisis nos toma tras siete u ocho años de crecimiento continuo y con fundamentos económicos consistentes desde hace más tiempo. Siento que estamos mejor preparados, pero recién está por verse la calidad de empresarios que hemos producido.

Ahora sí tenemos una prueba de fuego
Hemos pasado por esto muchas veces antes, pero hay que ver qué pasa con los jóvenes. Los que estamos al mando de las empresas nos hemos formado unos 25 años. Si es así, viviste la década perdida, la década de la estabilización y la de la prosperidad. Ahora confío en que no va a ser más que una joroba de camello y creo que el Perú tiene recursos para aguantar hasta el 2011, pero tiene que manejarse de forma inteligente y seguir optimizando la manera de hacer empresa. Mi libro reconoce al empresario latinoamericano y su trayectoria, que no la tienen otros empresarios del mundo. Pero siento que es una ventaja temporal, porque otros también van a aprender de esta crisis.

En su libro, usted también les da un jalón de orejas a las empresas latinas…
En la lista de las empresas Fortune 500, solo hay 7 compañías latinoamericanas. La pregunta es por qué teniendo esta capacidad de manejarse en la inestabilidad, habiendo desarrollado ese instinto, no logramos trascender en un competidor de clase mundial. Y no es un tema de tiempo.

¿Será de recursos humanos?
Mi interpretación es que muchos han usado este instinto para buscar atajos al sistema y, en algunos extremos, para torcerlo. Para ser un competidor de clase mundial se necesita, además de instinto, estrategia, estructura, sistemas, habilidades de manejo de grupo y, por último, una cultura y valores fuertes. Los entornos tan competitivos, altamente regulados y con tantas barreras invitan a la corrupción. Y los ejecutivos o empresarios acostumbrados a sobrevivir en esos entornos terminan mimetizándose. Nosotros encontramos empresas longevas, que han vivido en América Latina 200 años, como José Cuervo o Carbajal, que han resistido con una fuerte cultura y ética en su crecimiento.

¿Qué empresas peruanas se perfilan por este camino?
Creo que hay varios ejemplos. Para mí uno de los más admirados es la gente de Belcorp. Ellos han hecho un trabajo formidable, están en 15 países. Ciertamente el caso de Añaños es importante, pero hay más. El caso de Wong es interesante. Ellos le supieron dar un trato de “delicatessen” a un negocio de lo más impersonal y seguro que Cencosud llevará este “know how” a otros países. El sector minero también ha progresado mucho y estos son momentos de retos para sus empresarios. La revolución del campo también dará mucho que hablar. Hay empresas que hace 15 años no existían.

También está Gastón Acurio…
Pero necesitamos muchos más Gastones. Solo la industria de exportación de servicios tecnológicos ha logrado sacar a regiones enteras de la India de la pobreza. ¿Y nosotros? Estamos en un subcontinente libre de riesgo nuclear, en la misma zona horaria de EE.UU. ¿Qué nos falta? Hoy los empresarios peruanos saben que no podemos crecer con favores.

Pero hay empresarios que ya los están pidiendo…
Estamos viviendo un momento muy peligroso por los ejemplos del Primer Mundo. Son prácticas que hemos visto antes y probablemente muchos de nuestros empresarios se están confundiendo. Pero EE.UU. no la va a sacar barata. Creo que es un error pedir que el dólar se devalúe y que nos den más drawback.


Publication: El Comercio
Provider: El Comercio
February 21, 2009

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si más peruanos pensáramos como Ben, el Perú sería distinto, pero nunca es tarde, HAGAMOSLO.

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